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· Buenos Aires Connect. BIO, el primer restaurante orgánico certificado de Argentina (febrero 2019) ·

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La dueña del restaurante BIO empezó a mostrar interés por la agricultura biológica en los años 80. Indudable pionera en este mercado, antes de lanzarse a la aventura de la restauración en 2002, empezó vendiendo frutas y verduras 100% orgánicas en Buenos Aires. Fiel a sus principios desde el inicio, el restaurante BIO se compromete a brindar sólo comida sana, integral y respetuosa con el medio ambiente.

Aviso a los carnívoros: acá no encontrarán productos de origen animal. En la carta van a ver: verduras, champiñones, féculas, quesos, especias, nueces, cereales y frutas. Pero no se preocupen: la diversidad y el maridaje de sabores nos ayudan a olvidarnos de la carne, y nos recuerdan a lo más indecisos que la comida vegetariana también puede ser rica y variada. Entre los platos, tenemos algunos veganos, otros crudiveganos (es decir hechos con alimentos crudos, raw food en inglés), macrobióticos y sin trigo. Además, el establecimiento se adhiere a la filosofía de la slow food (comida lenta), que consiste en concientizar a los individuos acerca de la eco-gastronomía y el consumo ético/responsable.

El restaurante tiene mesas afuera que son ideales para los días lindos. Adentro hay mesas de madera muy cómodas y estantes con productos orgánicos a la venta, exhibidos a la derecha de la barra. Una vez instalados, serán recibidos con una limonada y un humus de remolacha exquisito para untar en pan integral. A partir de ese momento, todos los sabores empiezan a mezclarse en la boca y se combinan perfectamente, logrando que se nos haga agua la boca mientras comemos.

El menú puede variar según la estación, especialmente cuando se trata de guarniciones, ya que el restaurante se abastece exclusivamente de productos locales. El porcentaje de productos orgánicos está indicado al lado de cada plato, y si no siempre es posible garantizar el 100% de los ingredientes; sí se puede afirmar que son naturales y que ninguno tiene pesticidas ni transgénicos .

Tanto la bruschetta de tomate y rúcula como la quinoa mediterránea son entradas perfectas. Como plato principal, nos encantaron los champiñones a la parrilla con crema de coco picante acompañados de papas y ensalada verde, así como el ceviche de champiñones, verduras y mango, que era el plato del día (¡y que esperamos que sea pronto agregado a la carta!). En cuanto a los postres, el flan de coco y la torta de chocolate, (ambos veganos) nos recuerdan que es posible darnos un gusto sin usar productos de origen animal.

Para sacarles la sed, pueden elegir entre la amplia selección de vinos y cervezas orgánicas de la carta, o también pueden optar por una bebida sin alcohol como la limonada al jengibre.

Riquísimo, lleno de sabor y sano: el restaurant BIO gana por goleada la apuesta de ofrecer comida orgánica integral. Si quieren saber más, tengan en cuenta que el local organiza cursos para ayudarlos a incorporar comida orgánica a sus cocinas.

*Traducción: Daniela Gambarotto

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